Unetenet: Los acusados intentan evitar el juicio de la supuesta estafa piramidal
Todos recordamos a Unetenet un negocio que prometía grandes beneficios y resultó ser una supuesta estafa piramidal (a esperas de lo que dictamine la justicia). Un reciente artículo publicado por ‘El diario.es’ nos ha hecho recordar este malogrado negocio y la situación actual tanto de sus creadores como la de sus víctimas.
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¿Qué era Unetenet?
La estafa comenzó en 2012, cuando sus fundadores crearon la empresa Unetenet. La pareja prometía a los inversionistas la posibilidad de ganar dinero trabajando solo unos minutos al día desde internet. Los clientes invertían sus ahorros, publicitaban la marca en las redes sociales y animaban a amigos y familiares a participar en el negocio.
Durante los siguientes dos años el esquema inició una captación masiva de participantes a través de charlas y vídeos. A partir de 2014, ya con casi 50.000 clientes en todo el mundo, decidieron comenzar a pagar a sus socios con una supuesta moneda digital llamada UneteCoin.
Para participar, los interesados debían invertir sus euros para intercambiarlos por unetes. El trámite exigía hacer una transferencia a la sociedad Union Business Online LTD, radicada en el paraíso fiscal de San Vicente y las Granadinas. Los fondos se transferían después a cuentas en Malta, Rumania y Letonia, según determinaron las investigaciones realizadas.
Colapso del negocio
Mientras tanto, los participantes del esquema recibían el falso activo digital, alegando que equivaldría a $1 y que podría ser comercializado libremente al precio que el vendedor deseara, la realidad demostró otra cosa. Las ganancias solo llegaban a través del reclutamiento de nuevos miembros, estableciendo así un esquema piramidal, que pagaba a los miembros más antiguos con el dinero de los nuevos inversionistas.
Paralelamente, el matrimonio fundador llevaba una vida de lujos, con derroches y gastos en coches, hoteles, propiedades y viajes, centrados en Malta e Italia, donde seguían captando más inversionistas, según expone la Fiscalía.
El colapso llegó en abril de 2014, cuando una de las cuentas abierta en el banco letón Rietumu fue congelada, en el marco de una investigación por blanqueo de capitales. Ante las demandas, los implicados niegan haber cometido la estafa y aseguran que las acusaciones son falsas.
La presunta estafa no se limitó a España. La red extendió sus tentáculos por Europa, de modo que en Italia se localiza una parte sustancial del fraude, unos 22 millones de dólares, que llega hasta América. De los 50.000 supuestos afectados, unos 6.000 son españoles. En nuestro país, muchos se localizan en Sevilla, donde Unetenet desplegó un amplio entramado de captación.
Llegada a los Juzgados
Los abogados de los dos principales acusados aseguran que están dispuestos a resarcir a los perjudicados y rebajan sustancialmente la cantidad a devolver. “Hay voluntad total de pago, por parte de los acusados, tienen unas cantidades bloqueadas en otros países que suponen unas cincuenta veces más de lo que se debe a los perjudicados que admitimos que existen”, expresa la publicación en el ‘El diario.es’
Intento de acuerdo para evitar el juicio
Al parecer y según el artículo mencionado, el pasado 4 de julio, la Audiencia Nacional dio a la Fiscalía, las víctimas y los acusados un nuevo plazo para alcanzar un acuerdo. La idea del mismo es recuperar lo máximo posible de una cuenta bancaria en un banco letón, y garantizar que llega a los perjudicados. Cuando saltó el escándalo, allí había 22 millones de euros, pero el dinero se ha ido esfumando en comisiones. “Una parte se transfirió a otra cuenta. Luego se envió una orden internacional para bloquearla, pero se están comiendo un 1% mensual. Ahora deben quedar unos nueve millones”, estima uno de los abogados que ejerce la acusación particular en representación de 301 perjudicados.
En las tres reuniones de julio, la Fiscalía se abrió a un acuerdo, siempre que los principales acusados aporten un aval que garantice que los perjudicados personados cobran lo debido. Pero los presuntos cabecillas se niegan porque creen que hay suficiente en sus cuentas bloqueadas para cobrar de ahí. “Todo se reduce a una cuestión operativa: estamos de acuerdo que aquí ha habido un perjuicio, y en pagar a los perjudicados íntegramente. Hay millones de euros bloqueados a su nombre. Y vamos a admitir que fue por estafa, aunque no estemos de acuerdo, porque fue un problema técnico”.
Futuro incierto
Sin embargo, en el aire está también la cuestión de a cuántas personas están dispuestos a resarcir. La defensa dice que quienes han acreditado la condición de perjudicados son “menos de cien”. Aunque el escrito de acusación recoge las estimaciones policiales, que hablaban de 50.000 y 50 millones de dólares, en el listado que lo acompañaba (en 2018) constan unas 280 víctimas a las que se adeudarían unos 2,3 millones. “Pero muchos ahí no han aportado nada de documentación. Queremos ser flexibles, pero mucha gente se ha prevalido de la falta de límites”, dice la abogada.
Sin aval y sin acuerdo respecto al verdadero montante del daño, se acerca la posibilidad del juicio, que se celebraría a partir de 2024 y se prevé complejo.
Fuente.: eldiario.es